“Los viajes y el turismo son un medio de desarrollo personal y colectivo.
Una mente abierta es factor insustituible para la autoeducación, la tolerancia mutua, el aprendizaje y respeto a las diferencias entre pueblos y culturas y de su diversidad.
Todos estamos comprometidos con un turismo responsable.
Algunas recomendaciones para ello son:
Tener una mente abierta frente a las culturas y tradiciones diferentes a las suyas.
Conocer y observar las tradiciones y las prácticas sociales y culturales del lugar. Consultar la información sobre su destino y conocer sus costumbres, normas y tradiciones, para asegurar comportamientos responsables y no cometer ningún acto que se considere delictivo en el país visitado.
Respetar los derechos humanos. Cualquier forma de explotación y discriminación vulnera los objetivos fundamentales del turismo. La explotación sexual infantil es un delito punible.
Conservar el entorno natural: proteger la flora y la fauna silvestre y su hábitat. No comprar productos elaborados a partir de plantas o animales en peligro.
Apoyar el uso responsable de todos los recursos naturales.
Respetar los recursos culturales: el patrimonio artístico, arqueológico y cultural.
Contribuir al desarrollo económico y social. Comprar artesanías y productos locales, sujeto a los principios de un comercio justo.
Conocer sobre la situación sanitaria de su destino y el acceso a servicios consulares y de emergencia. Asegurar que su salud y su seguridad personal no correrán peligro; confirmar que están cubiertas sus necesidades específicas (alimentación, accesibilidad o atención médica) antes de decidirse a viajar a un destino determinado.
No traficar con drogas, armas, antigüedades, especies protegidas, ni productos peligrosos o prohibidos por los reglamentos nacionales”.
Tomado del Código Ético Mundial para el Turismo de la Organización Mundial del Turismo.
http://www.turismo-sostenible.org/docs.php?did=4